8. feb. 2007


I

Cuatro vientos y el gavetero que se hace llamar Papel


Había una vez un barco chiquito, había una vez una barco chiquito,tan chiquito, tan chiquito que no podía, que no podía, que no podía navegar.
Pasaron una, dos, tres, cuarto, cinco, seis, siete semanas; pasaron una, dos, tres, cuarto, cinco, seis, siete semanas; y el barquito , y el barquito no podía, no podía, no podía todavía navegar.
Un cuerpo de mujer inundado de algas y la rima infantil enredada de ecos en el viento que sopla a babor, -Yo soy gavetero señores y cuido de tres velas- más que gavetero pareciera pescador y exiliado marino, actualmente residente de la isla Verne -Yo cuido de velas y no es mi profesión asesinar sirenas- guiado por la gaveta голубо arrivó al paredero El Vacío en el que pasó 23 días -navego solo porque siempre soy otro- una luz apagó las estrellas de su espacio sideral.
Pareciera un preámbulo de la historia fantástica de un marinero común que naufraga, lo que usted no sabe lector (por que no se lo he informado) es que él es de papel y con honra porta de ese hacerse nombrar. Navega por mares verdaderos en un barquito de su mismo material, en dirección de los cuatro vientos que amalgaman su brújula. Este primer viento lo ha dejado en El Vacío, lugar de voces cantáticas femeninas, ya perdidas, donde la arena es púrpura con brillos plateados y la selva musgosa, negra,y ausencia de luz.
Una mano empuña un remo, la prótesis exacta del cojo barquito -No busco nada, las aguas me revelan lo que quiero saber y lo que no también- un pie sobre la arena, un cangrejo se apresura para sobrevivir del pisotón -ligero soy y nunca navego bajo la misma dirección- un canto distrajo al gavetero Papel -siete semanas navegaré- un puño deja caer arena sobre las aguas.

2 ummæli:

Mundo Yao Ming sagði...

Mira qué loco encontrarte en el mundo bloggero a ti y yo con mi humor absurdo. te invito a pasar a mi mundo de locura y sentimientos ocultos.

Dakini sagði...

Yao minng, bienvenido a esta zona de palabretes y palabretas, con gusto leeré tu mundo de locura. Y este cuento continúa.